miércoles, 14 de marzo de 2007

Nanotecnología y futuros economistas

Hechando un vistazo a la technology review, parece que más tratar temas de innovaciones tecnológicas es una fuente de inspiración para guionistas de ciencia ficción: la creación de un protector de invisibilidad, un implante retiniano que supondrá una revolución para las enfermedades oculares más graves… Precisamente un artículo muy reciente, publicado esta semana, refleja las 10 tecnologías emergentes en el año 2007; estas abarcan proyectos en una amplia gama de campos, incluyendo la medicina (monitores médicos personalizados, análisis unicelular, control exacto de la neurona…), la energía (energía solar del quantum-punto…) e Internet (detección personalizada, antenas…).
No obstante, en este artículo me voy a centrar en lo que muchos han llamado la revolución industrial del siglo XXI: la nanotecología.
Estoy segura de que (al igual que yo) muchos de vosotros es la primera vez que ahondáis en el tema más allá de una simple definición. Se espera que la nanotecnología permita trabajar y manipular las estructuras moleculares y sus átomos. Esta revolución podría cambiar fácilmente y a bajo coste las propiedades de todos los materiales conocidos. En la página del Instituto de Economía Internacional de la UA, encontramos información muy accesible para comprender más acerca del tema. Por este motivo, y con la intención de no repetirme, voy a ir directamente a tratar la nanotecnología como sector estratégico con el objetivo final de determinar el papel que deben ocupar los futuros economistas en cuanto a esta espectacular revolución se refiere.
Si atendemos a la definición anterior de revolución industrial del siglo XXI, nos viene inmediatamente a la cabeza la relación entre sector estratégico y nanotecnología: la competitividad económica de un país, su crecimiento (y desarrollo) económico, y por consiguiente su posición mundial vendrá condicionada por el desarrollo de este sector.
Una vez tenemos clara la importancia que este sector jugará en un futuro muy próximo, nos preguntamos ¿Qué papel ocupan los agentes económicos en este aspecto? Distinguimos tres fases:
Fase 1: en principio deberíamos pensar en una correcta asimilación e identificación del alcance de la revolución.
Fase 2: solo de esta manera sería posible determinar vías de actuación (preventivas y responsables) de acuerdo con las expectativas que se crean en la fase anterior.
Fase 3: difundir las oportunidades y la concienciación sobre la importancia estratégica de este sector; actualizándose continuamente de los nuevos avances producidos e intentando anticiparse a las consecuencias de los mismos.
Antes de terminar, quisiera pedir disculpas si no me expresado con suficiente claridad, pero en mi favor he de decir que es mucha y muy compleja la información acerca de esta materia. De momento me doy por satisfecha si he conseguido aproximar el mundo de la nanotecnología a la labor que los economistas deben llevar a cabo en el presente. Por otra parte, también me gustaría animaros a visitar los enlaces citados, pues no os engaño cuando afirmo que cuanto más lees del tema, más fantástico e interesante resulta; y es que “nanotecnología implica reconstruir la tierra tal y como la conocemos, átomo por átomo”.

1 comentario:

Economía de la Globalización dijo...

Mari José, me alegro que te hayas adentrado en el tema